Suministros básicos: agua, luz y gas

Disponer permanentemente de recursos como el agua potable y la energía para la cocina, la calefacción y la luz es imprescindible para tener calidad de vida. Los suministros básicos no deberían tener precio ni propietario al tratarse de un bien natural del planeta, pero las empresas y los estados se aprovechan de ser los que gestionan los recursos para su propio enriquecimiento. Los precios de acceso a estos servicios son inasequibles para la población, lo que comporta una situación de pobreza energética, entendida ésta como la dificultad para afrontar las facturas de los suministros básicos, y que trae aparejada el acoso por parte de las suministradoras para cobrar la deuda acumulada. 

 

En julio de 2015 el parlament de Catalunya aprobó la Ley 24/2015 de medidas urgentes para afrontar la emergencia en el ámbito de la vivienda y la pobreza energética. Contra algunos artículos de esta ley el gobierno español presidido por el Partido Popular, interpuso un recurso de inconstitucionalidad que el Tribunal Constitucional estimó en enero de 2019. Aún así se mantiene vigente la Ley 24/2015 y el art. 6 que hace referencia a las medidas que las administraciones públicas y las empresas suministradoras deben tomar para garantizar los suministros básicos de agua potable, gas y electricidad.

La Alianza contra la Pobreza Energética (APE) es un movimiento social que lucha por garantizar el acceso universal a los servicios básicos de agua y energía, ejerciendo presión sobre la administración para que garantice estos derechos, y sobre las grandes empresas suministradoras para que asuman su responsabilidad en esta lacra.
Si tienes problemas para hacer frente al pago de los suministros básicos, si tienes un aviso de corte o llevas mucho tiempo sin un servicio básico, puedes seguir las recomendaciones de la APE:

https://pobresaenergetica.es/es/pasos-a-seguir/

Mientras tanto podemos plantearnos que no pagar los suministros nos permite satisfacer las necesidades energéticas mediante un acto de desobediencia, que va más allá de no considerar justos los precios, sino como un cuestionamiento al abuso de las empresas del sector, señalando la estafa que supone que los «dueños» de los recursos naturales aumenten cada año sus beneficios a costa de la precarización total de la vida. Eso sí, advertimos que la manipulación de contadores está penada en el art. 255 del Código Penal. Por eso, otra de las cosas a tener en cuenta es que mientras se realizan las tareas para conseguir los suministros básicos es fundamental tener un mínimo de vigilancia que permita poder evitar que la policía, el dueño o cualquier otrx visitante indeseadx aparezca por sorpresa, así como tener preparadas algunas respuestas por si surgieran imprevistos.